por juan15 el Sab Mar 22, 2008 10:18 pm
La verdad que hemos pasado un día magnífico.
Esperábamos nieve y la hemos tenido en su punto justo.
Bajo la batuta de Txantre hemos empezado a las 10,15 h, dirección Aoiz. La temperatura magnífica, unos 5ºC. Poca circulación y sin llover, alguna gota, pero pocas.
Hemos parado en Aoiz a tomar un café y un pincho ya que la horripilante previsión de Juan15 era la de haberlo hecho en La Hacienda, en Pamplona, pero estaba cerrado. En fin no sé cuándo tendrá alguna idea derecha este tío.
Ramiro nos ha metido por una carretera desde la que se podía divisar varios lagos. No son tales lagos, sino las estribaciones del enorme pantano de Itoiz, que en este momento se encuentra cerca del 85%.
Poco a poco íbamos ascendiendo y ya se empezaban a ver copos de nieve y a lo lejos las montañas nevadas.
Hemos hecho una parada en un alto desde donde se podía divisar un paisaje espectacular. El río abajo, muy abajo, posiblemente habría cerca de 200 mtrs de caída libre. Y continuaba nevando, cada vez con más intensidad.
Hemos pasado por Burgete exactamente a las 12,30 según la única campanada de la Iglesia.
La visibilidad iba disminuyendo por la intensidad de la nieve que caía desde un cielo plúmbeo y pesado.
Hemos parado en Roncesvalles, lugar de privilegio en la Historia Navarra. Allí hemos tomado una cervecita bien fría para no desentonar, aunque alguno, quizás más espabilado, ha tomado clarete navarro.
A la una y algo estábamos en el alto de Ibañeta, donde la nevada estaba tomando proporciones considerables.
Hemos bajado hacia Espinal para comer en un hostal de reciente creación, regentado por gente joven y que están teniendo un éxito notable. Estaba lleno, incluso había personas que estaban cuasicomiendo en el bar.
Para vuestra imaginación, hemos comido ensalada mixta, chorizo a la sidra, alubias rojas y sopa con fideos y luego para elegir, estofado de jabalí, bacalao al ajoarriero y filete y luego postre y café.
Hemos comido a gusto, tranquilos y en agradable charla.
Hacia las 4 ó 4,30 hemos comenzado el camino de vuelta.
Otra vez Ramiro nos ha sorprendido con una ruta maravillosa, rodeados de bosque, siguiendo el curso de un riachuelo que estaba a rebosar, nieve. Magnífico. Hoy estaba precioso, pues hay que imaginarselo en diferentes épocas del año. Un espectáculo.
Hemos parado otra vez en Zubiri, para despedirnos y hasta la próxima.
Sinceramente el día ha salido como lo deseábamos. Hemos tenido una suerte sensacional, además no hemos tenido la mínima incidencia.
Espero y deseo que el viaje de regreso para todos haya transcurrido bien.
Gracias a todos por este BUEN día.
Saludos, Juan15